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Me parece muy acertado el comentario de Ana María: la estructura que tiene el sector condiciona mucho. La estructura condiciona también la permanencia de las personas en esta actividad. Por lo que yo he visto, es muy frecuente que lo educadores de museo tengan una situación muy temporal y que además en muchos lugares, sean estudiantes. Es una situación “de paso”. Tener otra estructura daría la opción de una mayor permanencia, que va de la mano de la formación, la acumulación de experiencia, el desarrollo de intereses y el crecimiento profesional.
Mi comentario iba justamente en esa dirección, Fernanda. En mi experiencia, los educadores de museos somos perosnas con formación y trayecoria muy diversa. Los encuentros con intercambio de experiencia claro que ayudan, pero creo que sobre todo lo que se requiere es la legitimación del campo en el ámbito de las universidades. En todo sentido: en la situación laboral de los educadores de museo (tipo de cargo, posibilidad de hacer de eso una carrera), apertura en el campo de investigación, articulación con el ámbito de la extensión universitaria, y también con la docencia. Cursos de grado y posgrado sobre educación en otros ámbitos (lo digo en forma amplia pensando también en la extensión) y también sobre comunicación de las ciencias son necesarios. Por lo menos en el ámbito que yo conozco mejor pasan estas cosas..
Yo creo que hay sería interesante conocer, en primer lugar, quiénes son las personas que cumplen el de educadores de museos. Me refiero a que en distintos museos (con encuadres institucionales muy diferentes) los educadores tienen un perfil marcadamente diferente. Para pensar en la profesionalización hay que tomar esto como punto de partida; luego pensar en la formación específica que requiere el campo de educación en museos.
